Originarios Chimánes y
Mosetén abandonaron ayer la vigilia organizada por dirigentes de la
Cidob que arribaron a la ciudad de La Paz la pasada semana para pedir al
Gobierno que no se aplique la consulta previa para la construcción del
tramo dos de la carretera Villa TunariSan Ignacio de Moxos.
Unas
60 personas dejaron ayer a los movilizados que piden la abrogación de
la Ley 222 de Consulta a los pueblos indígenas del Tipnis. Lamentaron
las agresiones.
Los indígenas, entre hombres, mujeres y niños, abordaron dos buses para dirigirse hasta sus respectivas comunidades.
Con
malos recuerdos por los abusos de los que fueron objeto el sábado por
dirigentes de la Cidob, Rosa Romuy denunció que fue traída a la ciudad
de La Paz con engaños. “Nos dijeron que íbamos a conseguir otras
demandas de todos los pueblos, pero aquí todo es Tipnis, de eso nomás
empezaron a hablar desde que llegamos a La Paz”, dijo, según un boletín
del Ministerio de Comunicación.
Sobre
algunas denuncias realizadas por Adolfo Chávez, de que la gente que
dejaba la vigilia tenía vínculos con el Ejecutivo, otra marchista, de
nombre Pathy, aclaró enfáticamente que no recibió dinero ni prebenda
alguna del Gobierno que la empuje a abandonar la movilización, indica el
reporte.
El
sábado, alrededor de 200 dirigentes de los pueblos Mosetén y Chimán
pidieron una reunión con el Gobierno para plantear sus demandas, que
fueron atendidas inmediatamente. Luego de la firma del acuerdo, varias
personas fueron intimidadas y golpeadas por dirigentes de la Cidob,
funcionarios de la Alcaldía de La Paz y gente de la Asamblea de Derechos
Humanos,
Por
su parte, la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos
de La Paz, Teresa Zubieta, denunció ayer que la oposición al Gobierno y
la derecha se infiltraron en la Asamblea nacional de DDHH, cuya
presidenta, Yolanda Herrera, “está haciendo quedar mal y manipulando a
la institución.
Preocupado
por esta injerencia política, el directorio de la Asamblea paceña
emitirá un comunicado de censura y condena a la actitud asumida el fin
de semana.
Reportes de prensa dieron cuenta de que la presidenta de la Asamblea Nacional de Derechos Humanos, Yolanda Herrera, junto a la activista y dirigente Amparo Carvajal, agredieron e impidieron que marchistas mosetenes y chimanes, que habían pactado acuerdos con el Gobierno, puedan salir libremente para retornar a sus comunidades de origen.
Por
su parte, la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos
de La Paz, Teresa Zubieta, denunció ayer que la oposición al Gobierno y
la derecha se infiltraron en la Asamblea nacional de DDHH, cuya
presidenta, Yolanda Herrera, “está haciendo quedar mal y manipulando a
la institución”.
Preocupado
por esta injerencia política, el directorio de la Asamblea paceña
emitirá un comunicado de censura y condena a la actitud asumida el fin
de semana.
Reportes
de prensa dieron cuenta de que la presidenta de la Asamblea Nacional de
Derechos Humanos, Yolanda Herrera, junto a la activista y dirigente
Amparo Carvajal, agredieron e impidieron que marchistas mosetenes y
chimanes, que habían pactado acuerdos con el Gobierno, puedan salir
libremente para retornar a sus comunidades de origen.