domingo, 9 de diciembre de 2012

Bolivia y su ingreso al Mercosur



El anuncio del presidente Evo Morales de que Bolivia tiene interés en ingresar al Mercado Común del Sur (Mercosur) es una decisión política que refleja un nivel de acertado análisis de la ubicación geopolítica del país y una firme convicción de buscar alternativas viables y favorables para superar los límites derivados de nuestra condición de enclaustramiento.

Además expresa el desarrollo de una política exterior bastante flexible en términos de coadyuvar a la construcción de un mundo multipolar, pero, al mismo tiempo, bastante firme en la dirección de alcanzar un mayor nivel de autonomía frente a los Estados Unidos.

El Mercosur, como ha quedado claramente demostrado en los últimos 10 años, no sólo que es un mercado más grande a nivel de los países miembros que la integran dentro de la región, sino un puente para llegar a otros mercados —ya sea solos o en alianza con otros países— de Asia, África y Europa. Es, como sostuvo el jefe del Estado Plurinacional, más grande que la Comunidad Andina de Naciones (CAN).

El ingreso a ese mecanismo de integración implica cumplir con algunos requisitos político-institucionales que el gobierno, a través de la Cancillería, debe apresurarse en hacerlo. En la actualidad existen condiciones favorables para materializar el objetivo boliviano, pues el único que puede oponerse a esa incorporación —como lo hizo con Venezuela— es Paraguay, actualmente suspendido del Mercosur por el golpe de estado perpetrado contra el presidente Fernando Lugo.

La participación boliviana en el Mercosur debe ser leída en una doble dimensión: por un lado, amplía el margen de acción en la generación de mercados para los productos, bienes y servicios estatales y privados, y, por otro lado, nos da la condición de posibilidad de ser un factor de equilibrio geopolítico entre el Pacífico y el Atlántico.

El ingreso y la participación boliviana en el Mercosur no será, sin embargo, una tasa de leche. Ese mecanismo de integración está bastante penetrado por los intereses transnacionales, pues no hay que olvidar el contexto histórico en el que nace (predominio del neoliberalismo) y será un campo de lucha para las ideas e intereses progresistas y revolucionarios.

De hecho, otro elemento a considerar es que dentro del Mercosur existe una disputa y a veces una relación de complementación entre Brasil y Argentina, los dos países económicamente más importantes hasta antes del ingreso de Venezuela.

Finalmente, desde el punto de vista de la política interna es un duro revés para los sectores conservadores de la sociedad boliviana, obviamente dentro del cual están dirigentes políticos opositores, ya que el presidente indígena está abriendo espacios en el mundo que “los del pasado” no pudieron hacer y no enclaustra al país como ciertas voces agoreras vaticinaban a inicios del gobierno del cambio.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Share

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites